La bondad es el sexto fruto del espíritu. En Gálatas 5:22 aparece listada por Pablo. Es una virtud que se crea en nosotros a través de la disposición para hacer buenas obras, lo que se demuestra en ayudar a los demás.
En Romanos 15:14 el apóstol Pablo nos muestra mucho acerca de la bondad que caracteriza a los creyentes, de la misma forma, encontrarás referencias en Hechos 11:24, y en Hechos 15.
La bondad es efectiva cuando el Espíritu Santo está presente.
Pablo nos muestra siempre que el creyente debe tener no solo bondad, sino también conocimiento, ya que este le ayuda a discernir cuales son las buenas obras que debe hacer.
Pablo en Hechos 16:6 nos cuenta como en una ocasión trató de realizar una bondad, predicando en Asia, pero el Espíritu se lo impidió puesto que tenía otros planes para él.
Por esto, Pablo decidió tomar el camino que el Espíritu le había mostrado, y su apostolado fue exitoso.
Sin lugar a dudas, la bondad te impulsa a ayudar a los seres humanos, e incluso a los animales.
¿Dios es Bondadoso?
¡Claro que sí! Aún con la maldad que está sobre el mundo, también Dios nos muestra su bondad a cada paso. Cuando recibes lo que pides en oración, cuando nos muestra que somos sus hijos, cuando vez la sonrisa de un niño o de un anciano, la belleza de la naturaleza, el cielo azul o la lluvia, el nacimiento de las plantas que son tu alimento, son algunos de los ejemplos que pueden mostrarte la bondad de Dios.
En Efesios 2:10 encontrarás una referencia al respecto, En el salmo 18:25, también nos muestra algunos de estos ejemplos. En cuanto somos hijos de Dios nos sentimos inundados de su bondad, y esta sensación hace nacer el deseo inmediatamente de ayudar a otros.