En torno a la figura de Jesús de Nazareth se escribieron muchos libros. Algunos de ellos fueron llamados evangelios apócrifos, a causa de que no fueron incluidos para el canon de la Biblia.
Esto sucedió porque la Biblia estaba siendo organizada por quienes eran miembros de la iglesia católica, ortodoxa anglicana y protestantes. Por supuesto, ponerlos de acuerdo no fue nada sencillo, pero decidieron que algunos libros no eran necesarios y que fueron designados bajo el latín apócryphus, que quiere decir “Ocultar lejos”.
Con este contexto se calificaron una gran cantidad de libros, pero, aunque no estaban en la biblia quedaron allí archivados, estos fueron escritos por siete de los doce discípulos: Felipe, Tomas, Andrés, Judas Iscariote, Jacobo, Santiago el mayor, y Simón el Zelote, además de Judas Tadeo y Jacobo.
Hace poco aparecieron dos libros que aún están en reserva para saber si son auténticos o no, y son el de Judas Iscariote y María Magdalena.
¿Qué temas tratan los libros apócrifos?
Algunos de los libros apócrifos tratan de los mismos temas de los evangelios, pero desde un punto de vista distinto.
Por ejemplo, cuentan la historia de Cristo en su niñez y adolescencia, por lo que no fueron considerados muy importantes, sin embargo, explican mucho de la forma de ser de Jesús y de algunos milagros que hizo en su infancia.
En los libros apócrifos hay algunos gnósticos y otros agnósticos, aunque en un tiempo estuvieron prohibidos, ahora los puedes leer, de hecho, hay estudios de creyentes sobre estos, y aunque en ellos se tratan temas diferentes como la inmortalidad y resurrección.
En realidad, son bastante interesantes, por supuesto debes acercarte a ellos con una buena actitud, y además con la guía de una persona que tenga experiencia en ellos, pues así tendrás una forma mas fácil de interpretarlos y solucionar las dudas que te puedan llegar a generar.